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martes, 2 de junio de 2015
Carne de Caballo o Potro
La carne de caballo es la carne procedente del caballo, se come 2 en Europa desde edades muy antiguas. La carne se ha considerado como más dulce, tierna, y baja en grasas, alto contenido en proteínas que las de cerdo o ternera. En algunas sociedades se ha considerado este alimento como tabú.
Propiedades de la carne de caballo:
Muchas personas elegían la carne de caballo porque tiene una cantidad de proteínas similar a la de vaca con un contenido en grasas menor que esta y sobre todo porque es rica en hierro (tiene color rojo intenso).
Por todas esas características, y porque además es una carne que se mastica con facilidad, se ofrecía a personas debilitadas o convalecientes y también a niños. Pero su consumo cayó en desuso por el recelo que causa sacrificar a un animal tan próximo a nosotros.Carne de potro expuesta en una carnicería
Una carne sabrosa y muy sana. Así es la carne de caballo, mejor de potro para levantar menos rechazo, que estos días está siendo tan cuestionada por su aparición en determinados productos alimenticios. El problema no está en la propia carne sino en el hecho de que no se haya declarado su presencia en esas hamburguesas o en esos platos preparados que han levantado la polémica. Y es que aunque se trata de una carne que se come desde tiempos prehistóricos y cuya presencia está muy arraigada en diversos países europeos (no es el caso de Gran Bretaña), lo cierto es que a mucha gente le provoca un inevitable rechazo. El caballo está asociado a un animal noble, fiel compañero del hombre, y por tanto hay quien considera una barbaridad comérselo. También provoca mucho asco ver que en determinadas zonas de China se comen a los perros. Y a algunos extranjeros que visitan España les parece tremendo que podamos comer con deleite corderitos lechales o cochinillos recién nacidos. Como en tantas cosas relacionadas con la alimentación, se trata por tanto de una cuestión mental y cultural.
En España, durante la posguerra y bastantes años después eran muy frecuentes las carnicerías especializadas en carne de caballo o de potro. Algunas de ellas todavía existen. Algo lógico si se tiene en cuenta que se trata de una carne muy roja, con gran aportación de proteínas, sin apenas grasas, muy rica en hierro, tan tierna que se deshace en la boca y de fácil digestión. De hecho está muy recomendada para niños, ancianos, deportistas y personas con anemia. Su sabor es agradable, un tanto dulzón a causa de su alto contenido en glucógeno, y su textura muy especial. Muy adecuada para preparar en crudo, por ejemplo en un steak tartar o en un carpaccio, o muy poco hecha, casi sangrante, ya que ofrece menos problemas sanitarios. Y además de todo, es más barata.
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